¿Qué tratamientos existen para los cálculos renales?

Los cálculos renales son pequeños depósitos de minerales y sales que se forman en los riñones. Estos cálculos pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf. 

Normalmente, no causan ningún dolor ni molestia, hasta que crecen lo suficiente como para causar una obstrucción en el tracto urinario. 

En el caso de que tengas síntomas como dolor en la espalda o al orinar, náuseas, vómitos o dolor después de beber mucho líquido, entonces puedes estar sufriendo una litiasis. 

Existen muchos exámenes para detectar las enfermedades urológicas, como los cálculos en los riñones. Entonces, si tienes malestares compatibles con los síntomas mencionados anteriormente, no dudes en consultar. 

¿El único tratamiento es la cirugía?

Existen muchas dudas sobre como quitar las piedras del riñón y es normal que así sea. Las piedras, al fin y al cabo, son cuerpos extraños que pueden causar graves problemas (ejemplo, insuficiencia renal) si no se realiza un tratamiento para cálculos renales.

Sin embargo, la buena noticia es que gran parte de las personas que tienen este problema podrán controlar su salud sin necesidad de cirugía.

¿En qué nos basamos para tomar esa decisión?

El tamaño de la piedra, la localización de la misma, el dolor que ocasiona o los síntomas asociados (náuseas, vómitos), la cantidad de piedras (si es única o hay varias), la composición de la piedra o si está ocasionando falla en la función de los riñones.

Entonces, la mayoría de las personas que tienen una piedra muy pequeña en los riñones y que no ocasiona molestias ni falla en la función de los mismos, no suele ser necesario pasar por el quirófano. De todos modos, existen situaciones en que la mejor opción es la intervención quirúrgica y eso sólo puede decidirlo un urólogo.

Ahora bien, ¿Cuáles son las principales razones por las que alguien debe someterse a una cirugía? ¿Cuáles son sus ventajas y desventajas? ¿Cómo funciona el procedimiento? A continuación, te detallaremos todo lo que tienes que saber sobre la intervención. 

¿Cuáles son los motivos principales para considerar la cirugía de cálculos renales?

La principal razón por la que se puede aconsejar que alguien que sea intervenido quirúrgicamente, es porque es sintomático. Es decir, cuando los cálculos renales le provocan un grado de dolor que no le permite su bienestar.   

Si bien cada caso es distinto, se suele recomendar la cirugía si el paciente tiene un cálculo de 5 mm o mayor y con pocas probabilidades de expulsarlos naturalmente. 

Otro motivo es si el paciente tiene cálculos renales recurrentes o si están asociados con una infección. 

Dicho esto, es importante aclarar que la cirugía no es la única cura para los cálculos renales, sino un tratamiento más dentro de las posibilidades, pero deberá investigarse de fondo la razón por la cual se producen.

Ventajas y desventajas de la cirugía para los cálculos renales

Ventajas

•  Eliminación rápida y eficaz de todos los cálculos y reduce las probabilidades de que sean recurrentes.
  
• Si bien como toda intervención tiene sus riesgos, el procedimiento quirúrgico no deja de ser médicamente sencillo y el riesgo de complicaciones es relativamente bajo.

Desventajas

• Es invasiva. Por lo tanto, requiere de un periodo de licencia laboral y de no realizar algunas actividades cotidianas. 
  
• Existe la posibilidad de que tenga que lidiar con algo de dolor y malestar durante el periodo de recuperación (pero mucho menor dolor que el asociado por una piedra).

¿Cómo funciona el procedimiento de la cirugía?

Uno de los aspectos más importantes del tratamiento para la litiasis renal es mejorar los procesos de extracción mientras minimizamos los riesgos y las posibles complicaciones. 

En el pasado, se utilizaban técnicas de cirugía abierta, lo cual aportaba buenas posibilidades de extracción de cálculos, pero también tasas altas de complicaciones y lenta recuperación. Sin embargo, en las últimas décadas la tecnología ha mejorado a tal grado que las técnicas de mínima invasión se han vuelto la principal forma de tratamiento y las más usadas por los urólogos. Dentro de estos métodos, hay principalmente 4 y son los siguientes:

• Litotripsia extracorpórea por ondas de choque.

• Ureteroscopia.

• Nefrolitotomía percutánea.

• Cirugía laparoscópica o robótica.

La decisión del tratamiento para piedras en los riñones depende de muchos aspectos, que podemos clasificarlos en los siguientes grupos:

• Relacionados con los cálculos (tamaño, número o cantidad, localización, composición).

• Anatomía de la vía urinaria (obstrucción, hidronefrosis, alteraciones anatómicas).

• Clínicos (infección, obesidad, alteraciones de coagulación, hipertensión, embarazo, síntomas).

Por los aspectos mencionados previamente, no es posible generalizar una forma de tratamiento para todos los pacientes y el urólogo debe evaluar todos esos factores para ofrecer el tratamiento que mejor se adapte a cada paciente.

Tiempo de recuperación y cuidados postoperatorios

Si la intervención quirúrgica fue todo un éxito, debería notar una reducción de los síntomas prácticamente de inmediato. En algunos casos, los síntomas pueden tardar desde un par de días a semanas en desaparecer por completo. En comparación con otras intervenciones, el periodo de recuperación es significativamente más corto.

Es posible que tenga que guardar reposo durante un par de días después de la intervención. Por otro lado, es importante que el paciente siga al pie de la letra las instrucciones del médico para garantizar una recuperación sin problemas. Esto incluye tener un reposo relativo (sin esfuerzos), beber mucho líquido y tomar los medicamentos según lo prescrito. 

Si el paciente cumple con todas las indicaciones, debería tener una excelente recuperación. Es importante tener en cuenta que las personas con antecedentes de cálculos renales pueden experimentar nuevos episodios a largo plazo si no siguen las instrucciones. Por este motivo, se recomienda asistir a los controles y dieta establecidos por el médico. 

Conclusión

El procedimiento de cirugía para los cálculos renales suele tener éxito y puede proporcionar alivio del dolor y otros síntomas de manera rápida. De todos modos, no es la única forma, sino sólo una parte del tratamiento completo.

Las personas que han padecido cálculos renales, tienen probabilidades que vuelvan a padecerlos. 

Por esta razón, es importante cuidar la dieta, beber líquidos y así reducir los riesgos de futuros cálculos. Hasta acá llegamos con la información acerca de la cirugía para tratar los cálculos renales, esperamos que te haya sido útil. Si tienes síntomas o te han diagnosticado esta enfermedad, puedes realizar una consulta con nuestro Especialista en Urología de la Ciudad de México, el Dr. Carlos Iván Basilio de Leo.